"Típico juego de quincena de diciembre. Se pone en una bolsita papelitos con los nombres de todos los integrantes del equipo de chamba/colegio/universidad u otros. Cada uno saca uno de esos papelitos y te ves destinado a ser "amigo secreto" de esa persona hasta la fecha del devele, semanas después."
Una vez en el colegio me regalaron un Ekeko.
Hace años, cuando usaba uniforme a cuadros, medias guindas, mi pelo era un desastre y no conocía las bondades del maquillaje o el laceado japonés; toda mi promo decidió jugar al amigo secreto. Y debo reconocer que esas sí eran épocas en las que el amigo secreto era lo máximo.
Rodeadas de lapiceros de colores, stickers "peluditos", trolls y chupones de colores que te colgabas en el cuello; las más afanosas de la clase se ponían creativas y era casi una competencia por ver quién recibía más cosas de su amigo secreto.
A mi siempre me llegaban notitas o de vez en cuando un chocolate. Nada espectacular, pero la espectativa de saber quién era tu amigo secreto era altísima. Siempre se armaban boicots y comitivas que se dedicaban a averiguar quienes eran amigos secretos de las demás. Se hacían cambios estratégicos para que te toque tu mejor amiga o alguien de tu grupo de amigas.
Y es que tiene bastante sentido. Si te toca alguien a quien no conoces y no sábes qué le gusta o cómo es, tu regalo puede ser suertudamente acertado o completamente un desastre.
El tema es que, llegado el momento del devele, donde toda la promo se reunía y nos sentábamos en ronda mientras comiamos paneton y chocolate caliente...una a una se iba parando y decía de quién era amiga secreta y se acercaba para entregarle su regalo.
Yo en una esquina, con mi pelo ondulado larguísimo y afanadasa por recibir un regalo, esperé por unos 20 minutos para que digan mi nombre. Cuando lo dijeron y vi que mi amiga secreta no era ni mi amiga y con las justas me sabía su apellido, temí por mi regalo pero tuve la esperanza de que mi compañera de clase al menos tenga criterio y halla comprado algo genérico (regalo que le puede gustar a cualquiera...dícese por ejemplo: chocolates)
Yo nosé que pasaba por la mente de esta señorita pero cuando abrí mi regalo y vi que era nada más y nada menos que un EKEKO, no sabía si reir o llorar. Tal vez pensó que necesitaba suerte, y un poco de ruda, moneditas y lentejas que cargaba el señor ekeko le harían bien a mi alma colegial.
Fue uno de esos momentos en los que, considerando que nos encontrábamos en los 90's y no existian los blogs para mi, hubiera mandado mi historia a la revista TU como un "tragame tierra" y seguro hubiera usado la expresión..."que oso!".
Este año estamos jugando al amigo secreto en la chamba y no se había manifestado hasta hoy que me mandó un post it que dice: Disfrútalo!! (con su carita feliz más) y un ... Disculpa la tardanza... el amigo secreto. Este amigo secreto debe conocerme bien porque me mandó un chocolataso que disfrutaré a media tarde y del que luego tendré cargo de conciencia porque ya llegó el verano y ese rollito cerca al ombligo sigue presente.
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